Una escapada por Asturias
La Subida al Mirador del Fito era puntuable para el Campeonato de España de Montaña. El mayor atractivo para mí de prueba tan dura y lejana era pasar unos días de vacaciones en Gijón, con mi familia, y de paso darme unos chapuzones en la playa de San Lorenzo (la prueba se celebraba en agosto).
El primer año obtuve un buen resultado, un 9º y 2º de Gpo.2, no estaba mal para la escasa preparación del 1430, mi poca experiencia en competiciones y el gran nivel de la prueba. El año siguiente me quedé con las ganas, porque días antes, entrenando, en la última horquilla, se me rompió la caja de cambios y se atascó la primera velocidad. Tuve que desistir y conformarme con disfrutar de familia y playa.
Volví tres años después con el Seat 1430 Gpo.5 recién estrenado y aún no bien ajustado. Un reglaje demasiado 'corto' de la transmisión iba bien en los fuertes repechos, pero se quedaba muy pobre de velocidad en los tramos rápidos, y mi clasificación fue más bien discreta.